Hacer Ciudad más allá de las viviendas

Oscar Olinto Camacho es arquitecto egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en el año 1965, con maestría en Planificación Urbana de la Architectural Association (AA) de Londres (1970) y con doctorado en Estudios Urbanos Regionales en la Universidad de Londres (1982). Cuenta con una amplia trayectoria profesional, destacándose la Presidencia del Consejo Nacional de la Vivienda CONAVI (1992-94), y con más de 30 años dedicados a la investigación enfocada en temas de desarrollo urbano y vivienda en Venezuela. En el área de la docencia, Camacho fue en 1970 fundador y primer director del Departamento de Estudios Urbanos de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, ha publicado variados artículos y ensayos, además de seis libros, tanto como autor y coautor a nivel nacional e internacional.  Desde el año 2004 al 2020 fue profesor invitado en la carrera de urbanismo de la Universidad Simón Bolívar, y miembro del Directorio del Instituto de Estudios Regionales y Urbanos (IERU). Recientemente, fue incorporado como Miembro Honorario de la Academia Nacional de la Ingeniera y Hábitat.

El profesor Camacho fue uno de los grandes participes en los programas de generación de viviendas de interés social para la década de los años 80. En aquel tiempo, Venezuela contó con un desarrollo urbano que buscaba cubrir las necesidades de los ciudadanos e impulsar la calidad de vida, apoyándose estratégicamente en los profesionales capaces y éticos que fueron los técnicos desarrolladores de grandes obras urbanas, arquitectónicas e ingenieriles, aspecto que estimulaba seguir lineamientos de sostenibilidad de los proyectos.

En una amena conversación, el arquitecto Oscar Olinto nos ilustra como las ciudades se construyen, se reinventan y se hacen más allá de generar viviendas de carácter social sin una debida articulación urbana. Su amplia experiencia lo hace conocedor de las buenas practicas del urbanismo y desde las aulas impulsa la formación integral y ética de profesionales con visión estratégica y trabajo colaborativo multisectorial.

– ¿Puede señalar en que se sustentaba esta política de generar este tipo de viviendas y cuál es la importancia a nivel urbano y político? ¿Cuáles son sus aspectos más relevantes?

– Estas dos preguntas están imbricadas en la práctica, debido a que se derivan de la Ley de Política Habitacional (LPH) aprobada en 1990 y la creación del Consejo Nacional de la Vivienda. CONAVI, organismo rector en materia habitacional, el cual presidí entre 1992 y 1994.

En términos muy concisos, la Ley después de dos años de discusión a nivel del ejecutivo y representantes del sector inmobiliario y financiero pretendía, a través del ahorro obligatorio, dotar progresivamente a los venezolanos de viviendas propias en todo el país descentralizando las inversiones hacia cada estado, confiriéndole autonomía presupuestaria para financiar los recursos asignados por la ley, los cuales se coordinarían desde el CONAVI. Lamentablemente, esta válida y justa concepción financiera descentralizada fracasó debido a la imposición política que mantuvo la centralización desde el poder central. El ahorro habitacional se fue convirtiendo en un impuesto progresivo para los cotizantes, quienes en su gran mayoría no podían acceder a la oferta de viviendas del sector inmobiliario privado para una creciente demanda no solvente, que le impedía acceder al programa por los altos costos de las ofertas. Además, los créditos para las mejoras de viviendas de los pobladores de los barrios quedaron totalmente relegados en las prioridades gubernamentales, y por supuesto del sector inmobiliario.

Esta experiencia nos demostró, y especialmente en mi condición de presidente del CONAVI, que no bastan solo acreditadas intenciones técnicas, sino que las condicionantes políticas de los diferentes actores e intereses en el Poder son vitales para entender el fracaso, o éxito de las políticas públicas. Por esta razón, considero que no tuvimos una destacada actuación, como usted gentilmente anota en su pregunta.

A los dos años de gestión renunciamos. La LPH era involutiva y pude comprobar lo que teóricamente siempre sustentaba como docente y académico sobre la histórica dependencia del desarrollo urbano, del nivel decisional Político, el cual se remonta a la sociedad de la Polis griega donde tuvo lugar el nacimiento de la ciudad y la política. Lo político y la ciudad estaban directamente correlacionados con la poli, con la democracia. Y esto nunca lo puede obviar un urbanista, porque el urbanismo es una disciplina que requiere gran destreza técnica para ejercerlo, pero no se debe caer en la asepsia política para no considerarlo y entenderlo como determinante para las intervenciones en la ciudad. Los urbanistas proponemos, los políticos deciden. No entender y prever este binomio es quedarse en lo que ya Henry Lefebvre en 1968 calificaba como “Los Urbanistas de buena voluntad”.

– Conociendo los últimos desarrollos de viviendas de interés social, asociados a una política de producción de unidades funcionales sin una debida evaluación del contexto de implantación y la dotación de equipamientos urbanos necesarios, ¿cómo se puede catalogar este tipo de políticas e indicarnos cuáles son sus principales debilidades?

– Considero que se está refiriendo al Programa de la Gran Misión Vivienda (GMV) del actual gobierno el cual ha demostrado ser ineficiente para mejorar la calidad de vida en las ciudades y sus aglomeraciones metropolitanas como conductoras y motores del progreso. Hoy vivimos en ciudades y metrópolis donde la categoría de lo urbano se estancó, asechado por las permanentes imposiciones políticas contra la ciudad, sus instituciones, sus bajos niveles de acompañamiento y eficiencia en los servicios, equipamientos, infraestructura…, relegando, además, la prioridad del conocimiento, la información y la tecnología. Bastiones fundamentales del progreso y desarrollo de la ciudad en la sociedad.

Estoy convencido que la eficacia y buena calidad de vida en las ciudades promueve definitivamente su desarrollo. Lo promovido por la GMV y las ciudades comunales, lejos de auspiciarlo está conduciendo a un deterioro urbano creciente, propio de la concepción de ciudad y política que prevalece en el poder con una concepción anti urbana que progresivamente está restringiendo la democracia representativa, condición fundamental para la convivencia y respeto de los contrarios en la ciudad y las metrópolis.

Repito que en toda sociedad la permanente imbricación entre la ciudad y lo político, entre el espacio y la sociedad que lo genera ha sido siempre una constante histórica que va diferenciándose por las estrategias y prioridades ideológicas que pautan la dirección del Estado.

Y tanto es así, que cada sociedad organiza sus ciudades, sus metrópolis, su territorio, de acuerdo a su naturaleza y contenido político, lo cual permite establecer sus finalidades económicas, sociales, culturales con diferentes resultados espaciales.

Las propuestas de políticas públicas en el área urbanística que en este período han emanado desde el Estado en Venezuela demuestran, ya con varias evaluaciones acreditadas, ser evidentemente ineficientes para mejorar la calidad de vida en las ciudades y sus aglomeraciones metropolitanas como conductoras y motores del progreso.

– Dentro del contexto actual en el cual no se cumplieron las metas planteadas para cubrir la demanda de viviendas y con una colección de viviendas de interés poco o nada servidas, ¿cuál debería ser la estrategia para articular las ya existentes y generar las viviendas requeridas?

– Se sigue insistiendo en la demanda de viviendas y cumplir con el déficit, lo cual ya debe de tener otro enfoque menos cuantitativo debido a que nuestro país ya posee el 79.3% de su población que no puede cubrir la canasta alimenticia. Y si se considera a través del método multifuncional de la línea de pobreza, el 96% de los hogares son pobres y 79% están en pobreza extrema, lo que nos coloca según la Encuesta Nacional de Condiciones de vida del venezolano (ENCOVI 2020) en el bochornoso segundo país más pobre del mundo detrás de Nigeria.

Pensar en eliminar el déficit es ilusorio. EL problema de los pobres NO ES DE VIVIENDA Ellos la han construido progresivamente con un esfuerzo espartano. Su problema es de empleo, servicios, infraestructura equipamientos, accesibilidad, movilidad etc. Todos, aspectos urbanísticos y ambientales que ellos no pueden resolver, y que le corresponde al Estado como un deber social y político en el ejercicio de los derechos democráticos de esta mayoritaria población que vive en pobreza.

– ¿Desde su opinión, cómo se pueden transformas y recuperar los asentamientos informales en Caracas?

– Regreso a la dimensión política: Mientras desde el Poder no se asuma como prioridad política a los barrios, seguirá su población excluida urbanísticamente de la ciudad que forma parte. Se ha priorizado históricamente las inversiones en el al sector formal de la ciudad, pero el llamado informal se ha considerado como otra ciudad. Grave error, debido a que ambos sectores componen una sola ciudad, porque es una sola sociedad la que los genera.

El Programa de Habilitación Física y Social que inició el Gobierno del presidente Chávez en 1999, tanto en Caracas como en el resto del país, provino en su concepción del sector académico universitario (UCV/FAU) dirigido por los arquitectos Josefina Baldó y Federico Villanueva; el cual fue un valioso ejemplo a seguir, pero lamentablemente fue cancelado por diferencias con el sector militar en el poder. Otro ejemplo más de lo acotado previamente entre el nivel técnico y el político es que deben estar imbricados en sus finalidades, en su dimensión teleológica desde sus inicios para que tengan probabilidades de éxito.

Otro aspecto clave y de tipo preventivo son los programas de parcelas con servicios, asistencia técnica y social para organizar las invasiones y hacer ciudad. Estos están siempre relegados de las políticas públicas para los barrios. Los pocos ejemplos en Maracay y San Félix que conozco han demostrado que con ese urbanismo progresivo se ordenan las invasiones y se hace ciudad. La vivienda viene luego y progresivamente edificándose como bien saben hacerla y demostrado los pobladores con base en la oferta de parcelas con servicios y su debida asistencia técnica. Programa que debe priorizar el Estado conjuntamente con los sectores privados interesado en urbanizar parcelas con servicios. Para Caracas ya es muy complejo por la escasez de tierra en un valle saturado, pero en el resto del territorio debe ser una prioridad.

– Si pudiéramos hablar de una reinvención de Caracas, ¿cuáles serían los aspectos claves para transformar y cómo se debería realizar dicha reinvención?

– Reinventar Caracas dependerá del renacimiento de una sociedad democrática, donde se evalúan las fallas, omisiones y carencias de los períodos democráticos anteriores. Igualmente considerar como referencias los grandes adelantos que aún se evidencian construidos en las ciudades venezolanas antes de 1999.

La reinvención de Caracas, o de cualquier otra ciudad venezolana, dependerá entonces, y para ser consecuente con lo planteado en los puntos anteriores, del renacimiento de la Democracia.

EL territorio no se puede reinventar con categorías decimonónicas comunales delirando con el ejemplo de la Comuna de Paris en 1871. John Kotten resume su interpretación sobre la ciudad y la política, y coincido con él en el intento actual asociado al modelo de ciudades comunales cuando expresa que “No se pueden dirigir ciudades del siglo XXI, con estructuras del siglo XX y dirigentes del siglo XIX”.

– ¿De su experiencia en el exterior, qué aspectos urbanos y sociales traería a la ciudad capital?

– LA DEMOCRACIA, corrigiendo necesariamente lo que anoté en el punto anterior, para evitar caer en una continuación calcada de la anterior, con los mimos errores y omisiones sociales y urbanísticas importantes (los barrios) que no se solventaron.

– ¿Cómo visualiza la Caracas del futuro?

– Siendo consecuente con lo expresado en esta entrevista, le contestaré con un pensamiento que el Maestro Carlos Raúl Villanueva nos dejó de sus sabias enseñanzas. Cuando en clase alguien le formuló esta misma pregunta que usted me hace, el maestro contestó: “No me interesa tanto el futuro de la ciudad, lo que si me interesa es el futuro de la sociedad”.

– Para finalizar, ¿puede indicarnos tres aspectos necesarios para reconstruir una ciudad, y cómo los mismos se podrían replicar en cualquier ciudad de Latinoamérica?

– La reconstrucción de la DEMOCRACIA es a mi juicio lo fundamental para vivir en ciudad, y poder mantener la diversidad y heterogeneidad que esta exige. Es lo único que replicaría. Luego cada sociedad latinoamericana ira organizando sus ciudades de acuerdo con sus prioridades políticas, económicas, sociales, espaciales, culturales; de acuerdo con su naturaleza y contenido que le otorgaran las prioridades que emanen desde el Poder.

Finalmente, recordemos de nuevo a los griegos en su concepción de ciudad, de su Polis: La Polis Griega fue donde tuvo lugar el nacimiento de la ciudad y la política. Lo político y la ciudad estaban directamente correlacionados con las polis, CON LA DEMOCRACIA.

Sobre la autora de esta entrada
Edgarly Rondon.-

Urbanista egresada de la Universidad Simón Bolívar- Venezuela, con formación multidisciplinaria en áreas como economía urbana, planificación y diseño urbano, entre otros. Actualmente reside en Argentina. Mira su perfil en Linkedin, haciendo clic aquí. Contacto: redgarlyr@gmail.com

Sobre el entrevistado Oscar Olinto Camacho.-

Puedes contactarlo a través de este correo: oscarolinto1313@gmail.com

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