¡Feliz Año Nuevo! Para la comunidad judía

Rosh Hashaná. Así llama el pueblo judío a su Año Nuevo. Este 2021, la celebración que conmemora la creación del mundo comenzó el lunes 6 de septiembre con la salida de las primeras estrellas, y se extenderá durante los dos primeros días del mes tishrei: el 7 y 8 de septiembre.

Según el calendario de este ancestral pueblo, esta semana llegamos a los 5.782 años de la creación del mundo. Su celebración no tiene ninguna semejanza con la forma como los católicos u otras culturas de oriente reciben el Año Nuevo. Para los judíos es un tiempo de profunda reflexión, de balance espiritual, en los que realizan un examen de conciencia sobre las acciones del año que se cierra y se disponen a pedir perdón a Dios y a los semejantes agraviados. De esta forma, dejan atrás las aflicciones del año que termina y encarar con energías renovadas el nuevo.

Profundo

Más allá de felicitar a nuestros hermanos judíos, hoy queremos extender a toda nuestra comunidad calidoscópica un artículo del Dr.Michael Laitman, un autor que lleva ya más de treinta libros sobre la Cabalá y un respetado conferenciante en los círculos académicos de Estados Unidos y Europa.  Laitman nació en la ciudad bielorusa de Vitebsk, en la antigua Unión Soviética, en 1946. Sus alumnos se refieren a él con el título honorífico de Rav o Rabino, a pesar de no haber sido ordenado formalmente como rabino, y no llevar a cabo oficios religiosos. Se le considera un pensador a nivel global, dedicado a producir una transformación en la sociedad a través de una nueva educación. La fuente original de este artículo es su página web www.michaellaitman.com y se títula «Rosh HaShaná, un nuevo inicio».

Laitman escribe:

“El hombre es lobo para el hombre”, dice el proverbio latino Homo homini lupus. Describe acertadamente la forma en que nos tratamos en la sociedad actual. Podemos haber llegado al punto en el que pensamos que no hay nada de qué regocijarse, destruimos: la Tierra, familias, países, pueblos, cultura y educación. Llegamos a una coyuntura muy mala. Por otro lado, este punto bajo podría servir como oportunidad para escudriñar nuestro estado, reiniciar y elevarnos por encima de esta situación, en este Rosh HaShaná, este Año nuevo.

Todo depende de si nos juzgamos con agudeza a nosotros mismos, si evaluemos el tiempo que hemos perdido y enmendamos nuestro estado, si decimos “¡Basta!” y hacemos lo necesario para una nueva vida. Esta nueva vida no implica construir nada nuevo, sólo buenas relaciones mutuas.

Rosh HaShaná, de las palabras “cabeza” “comienzo” [Rosh en hebreo] y “cambio” [Shinui], representa el comienzo del cambio, la capacidad de transformar nuestra dirección actual de sufrimiento, inseguridad y vacío en un nuevo camino en la vida caracterizado por felicidad, confianza y satisfacción.

Los símbolos de la festividad de Rosh HaShaná se asemejan al estado que anhelamos alcanzar. Manzanas con miel, representan el deseo de un año nuevo dulce y feliz. Comer una granada con todas sus semillas simboliza las buenas obras que debemos hacer. Una barra redonda de pan horneado, es la vida perfecta y completa que queremos lograr. Y la cabeza del pez, nos recuerda “ser la cabeza y no la cola”. El pez también simboliza al animal que vive en el agua y el agua es la gracia. Es como tener un niño recién nacido, rodeado de agua dentro del útero de su madre. Todos estos son signos de que estamos en el umbral de una nueva era, una nueva vida.

¿Dónde exactamente deberíamos comenzar este proceso de cambio? El primer paso hacia un nuevo inicio es tomar conciencia. Es importante darse cuenta de que las relaciones humanas, ya sean buenas o malas, determinan toda nuestra vida. No sólo nos afectan a nosotros, sino a todos los niveles de la naturaleza: inanimado, vegetal, animal. El nivel humano es el más alto en la escala de la naturaleza, por eso, si corregimos la forma disfuncional e imprudente como nos tratamos, esta corrección impregnará el resto del sistema.

Los problemas crecientes que vivimos a nivel mundial deberían despertar en nosotros una profunda introspección, hasta el punto en el que entendamos que todo depende de nosotros, de nuestra actitud hacia nuestro destino, hacia la naturaleza, hacia todos. Una evaluación exhaustiva de la calidad de nuestras relaciones revelará lo dañinos que fuimos durante el último año y que esa fue la causa fundamental de los dolores y tristezas que sentimos.

En consecuencia, un buen año nuevo estará determinado por nuestro deseo de implementar la gran regla de la Torá, “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Tenemos que examinarnos a nosotros mismos de acuerdo con este principio, ya sea que nos hayamos portado bien o mal con los demás.

Con todas las fuerzas del mal que se revelan en la sociedad humana y en la naturaleza, esperemos ser lo suficientemente inteligentes como para darnos cuenta de que nuestra fuerza reside en nuestra unidad. Por eso, nos conviene acelerar nuestro cambio de dirección, de separación a integración. Así, en lugar de devorarnos unos a otros como lobos, nos comportaremos como una comunidad fuerte de seres humanos cariñosos que constantemente se apoyan y aprecian. ¡Feliz Rosh HaShaná!

Más del Rosh HaShana

Nos parece interesante también recordar el programa especial que tuvimos en 2019 con nuestro amigo el profesor Alberto Jabiles, licenciado en Educación e Historia de la Universidad de Jerusalén, en vivo desde Ciudad de Panamá. La inspiración del Rosh HaShaná, clic aquí para acceder a este especial episodio de Calidoscopio Life versión radio on line.

Para cerrar con broche de oro, te dejamos a continuación un histórico vídeo del trío musical femenino israelí «Shokolad, Menta, Mastik» que fue muy famoso en la década de los setenta. Sus integrantes eran Yardena Arazi , Ruthie Holzman y Tami Azaria. El grupo trascendió las fronteras de Israel en 1976 cuando participó en el Festival de la Canción de Eurovisión en La Haya con » Emor Shalom «, con la que alcanzaron un sexto puesto.

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