Los 500 años de Ciudad de Panamá

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Ciudad de Panamá cumple 500 años y en Calidoscopio Life lo celebramos recordando su pasado, asombrándonos con su presente y emocionados con su prometedor futuro.

Con nuestro invitado, Carlos Pérez Herrera, presidente del Consejo Municipal de Panamá, abordamos diversos aspectos de la increíble evolución de esta capital.   El concejal también nos reveló algunos de los proyectos importantes que están por desarrollarse para potenciar el atractivo único de Ciudad de Panamá. Aquí te dejamos el podcast del programa:

Algunos datos de interés

Nació con el nombre de «Nuestra Señora de la Asunción de Panamá» el 15 de agosto de 1519. Su fundador, el noble, político y militar castellano Pedro Arias de Ávila, también conocido como Pedrarias, inició este primer asentamiento permanente de los europeos en las costas del océano Pacífico con unas cien almas.

Pero esa condición de aldea pronto quedó atrás. Dos años después, el 15 de septiembre de 1521, recibió mediante real cédula el título de ciudad y un escudo de armas conferido por Carlos V. Entones se estableció un Cabildo y la Ciudad de Panamá comenzó a posicionarse como el punto de partida para la exploración y conquista del Perú, así como en un lugar de tránsito para los cargamentos de oro y plata que se enviaban a España.

Lo que pocos señalan cuando hablan de la historia Ciudad de Panamá es que seis años antes de su fundación se dio un suceso que cambió por completo la historia del mundo: El descubrimiento del Pacífico. Para el momento de la llegada de Colón a América, se creía que solo existía el Atlántico. Pero el  25 septiembre de 1513 el explorador español Vasco Núñez de Balboa,  tras una serie de periplos y de viajes, dio con un nuevo océano en esta parte del istmo de Panamá. Lo bautizó con el nombre de «Mar del Sur», pero posteriormente Fernando de Magallanes lo rebautizaría como el Océano Pacífico.

Este hallazgo no solo fue lo que condujo a la fundación de Ciudad de Panamá. También reescribió por completo los asuntos del intercambio comercial, la navegación y los procesos migratorios entre Europa, África y América. Y con el tiempo, cuando la tecnología lo permitió, se abrió un canal interoceánico para potenciar la posibilidad que esta ruta da para disminuir los tiempos y costos de las rutas comerciales del mundo.

El ataque del pirata

Corría el 28 de enero de 1671 cuando las 15 mil almas que vivían en la ciudad no pudieron evitar el feroz ataque del pirata británico Henry Morgan y su banda de 1400 hombres. Se cuenta que en el punto más desesperante del saqueo, el capitán general de Tierra Firme, Juan Pérez de Guzmán, ordenó explotar los depósitos de pólvora y se produjo un gigantesco incendio que destruyó casi completamente la ciudad. Los piratas entonces persiguieron y saquearon a los habitantes que habían huido con sus pertenencias y cosas de valor. Cuentan que ahí fue cuando pudieron obtener buena parte del botín y para cuando se retiraron – varios días después, 24 de febrero, llevaban unas 195 mulas cargadas con los tesoros robados, varios prisioneros y esclavos capturados.

La nueva ciudad

De lo que quedó del primer asentamiento, que hoy se conoce como «Panamá Viejo», se levantó una nueva ciudad a 8 kilómetros al suroeste, que hoy se identifica como «Casco Antiguo». La ceremonia de fundación se llevó a cabo el 21 de enero de 1673, dos años después del ataque pirata. Inicialmente estuvo constituida por cerca de 300 viviendas pertenecientes a las familias pudientes de la época y rodeada por gruesas murallas que la excluían del resto de la población. El punto central de esta nueva ciudad lo ocupaba la Plaza Mayor, frente a la cual se yergue la Catedral Metropolitana.

A pesar de todos los esfuerzos por conservarla a salvo de los peligros externos, la ciudad casi queda destruida durante el siglo XVIII en tres grandes incendios que inevitablemente modificaron su estructura inicial. La configuración actual, que data de finales del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX, le dan un aspecto único porque entre las ruinas y los edificios coloniales se levantan también edificaciones neoclásicas, afroantillanas y pequeñas muestras de art deco. Algo definitivamente muy diferente a lo que se ve en otros cascos antiguos de ciudades latinoamericanas, como Cartagena de Indias y Quito, las cuales poseen un estilo casi exclusivamente colonial.

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